Cuando la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin, en 1945, muchas de aquellas personas que apoyaban al nacionalsocialismo tuvieron que huir fuera de Alemania para evitar ser juzgados y condenados.
Una de ellas fue Otto Skorzeny, el militar austríaco encargado de llevar a cabo la operación de rescate de Benito Mussolini, conocida como 'Operación Gran Sasso' tras su detención por parte de los aliados en 1943.
Skorzeny, que ya había sido nombrado por Hitler jefe de las fuerzas especiales alemanas, lideró junto a un grupo de las SS este plan de rescate, que resultó ser un gran éxito. Su liderazgo en esta operación le granjeó infinidad de beneficios entre ellos poder liderar, de nuevo, una de las operaciones más importantes de la Segunda Guerra Mundial: la batalla de las Ardenas en diciembre de 1944. Sin embrago esta última operación no obtuvo el resultado que se esperaban. Fue en abril de 1945 cuando Hitler se suicidó en el búnker cuando Skorzeny se entregó a los aliados.
Vida después de la guerra
Skorzeny pasó varios años en diferentes centros para prisioneros de guerra en Alemania. En 1947 fue juzgado en Dachau de varios crímenes cometidos durante la guerra pero logró escapar gracias a la ayuda de varios antiguos oficiales de las SS y llegó a Madrid donde comenzó a trabajar como ingeniero representando a varias compañías de acero. Sin embargo su estancia en Madrid no duró mucho ya que se conocía que Skorzeny ayudó a varios criminales nazis a escapar a Málaga y Alicante en la llamada Operación ODESSA, creada por antiguos miembros de las SS.
Tras su paso por España se trasladó a Argentina, donde fueron conocidas sus actividades como consejero de Juan Perón.
En junio de 1947 Skorzeny se trasladó definitivamente a Irlanda donde había recibido una invitación cordial para asistir a un gran banquete ofrecido en su honor, lo que, para muchas personas, se traduce en que esta efusiva bienvenida motivó a Skorzeny a comprarse una granja de 160 acres en Curragh (condado de Kildare), en un intento por comenzar actividades nazis en Irlanda. Solicitó la visa permanente para permanecer en Irlanda pero nunca se la concedieron, por lo que pasó los últimos años de su vida en España. Murió en Madrid por un cáncer de pulmón en 1975 siendo un nacionalsocialista convencido hasta su último día.
Este tipo es una leyenda viva (para bien o para mal). He leído y analizado el rescate que hizo y sinceramente, alejándonos del parámetro del malo nazi y el bueno yankie, es un rescate de primera. Asombra. Buen blog, pero eso sí, si me permites una sugerencia, espero ver también otros aportes de todo tipo de períodos.
ResponderEliminarUn saludo de un compañero historiador.