Hoy se celebrará por toda Inglaterra una procesión conmemorativa a este rey que comenzará en Bosworth, donde se produjo la famosa batalla y finalizará en la catedral de Leicester donde recibirá sepultura.
Cientos de personas seguirán esta procesión, donde estarán algunos de los descendientes de este rey. Tras la procesión los restos del rey descansarán en la capilla de la catedral durante tres días, hasta la siguiente procesión el próximo 26 de marzo.
La muerte de Ricardo III siempre ha interesado a los historiadores. Y más todavía cuando en septiembre de 2012 los arqueólogos dieron con el descubrimiento del año. Los restos del rey Ricardo III aparecieron en un parking de Leicester, según afirmaron los arqueólogos.
Tras varias investigaciones fue en septiembre de 2014 cuando por fin dieron con la verdadera identidad de aquellos restos: efectivamente se trataba del rey Ricardo III tras ser analizados sus restos con un escáner donde se desveló que la muerte del monarca se produjo al recibir varios golpes mortales durante la batalla de Bosworth (también conocida como la Batalla de las Dos Rosas), que enfrentó a las casas de York y Lancaster por hacerse con el trono.
Guy Rutty, de la Universidad de Leicester, afirmó al diario The Guardian en septiembre que las dos heridas craneales que causaron la muerte del monarca fueron provocadas por el ataque de varios asaltantes con armas propias del periodo medievo tardío.
Las lesiones en la cabeza confirman los relatos de la época, según los cuales el 22 de agosto de 1485 el rey Ricardo III se vio atrapado tras caer de su caballo donde tuvo que combatir píen en tierra, antes de ser alcanzado por sus enemigos.
La batalla de Bosworth significó el fin de la dinastía Platanganet y el inicio de la dinastía Tudor que duró más de 100 años. La leyenda cuenta que antes de morir en el campo de batalla, Ricardo III entregó en mano a Enrique VII su corona, que fue encontrada en un alambre de espinos.
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